-

-
Un billete al infinito, solo ida, nunca volveré.

jueves, 13 de junio de 2013

Puede que sea él.

Me revienta tener que admitirlo. Realmente me jode. Pero es lo que hay, tampoco es cuestión de negarlo o tratar de ocultarlo. Al fin y al cabo tarde o temprano tenía que pasar. Este chico es especial. Lo supe desde el primer día, aunque haya tardado en decirlo. Y me gusta, mucho, yo diría que demasiado. 
Nos conocimos en Italia, aunque parezca de película es totalmente cierto. Estábamos en la misma clase de religión, con otros 50 estudiantes aproximadamente, eso no importó demasiado, ya que llamó mi atención desde el primer momento, y sí, le miraba, y si que cruzábamos miradas, pero ni por asomo me había planteado que pudiera llegar hasta donde ha llegado. Es más, pensaba que eran cosas mías. Puedo decir que tuve "suerte". O bueno, en realidad la tuvimos los dos, ya que el también se fijó en mi. El caso es que una de mis mejores amigas llevaba unos cuantos meses con uno de los mejores amigos de él. Para mi sorpresa, no paraba de preguntar cosas sobre mi a su amigo y este a mi amiga y ella me lo dijo nada más saberlo. No podía creermelo, estaba pasando, una de esas cosas que a mi no me ocurren nunca. El 15 de Febrero montamos en el bus hacia Italia. Primer destino, Venecia. ¿Cómo se suponía que tenía que actuar después de lo que me contó mi amiga?. Lo único que sabía de ese chico era  su nombre y que había estado dos años con una chica que también era del grupo de religión. Así que me limité a seguir cruzando miradas, haciendo como que no sabía nada. No veía el momento de hablar con él, tenía mucha curiosidad por conocerle. El primer día que hablamos fue en Roma y no fue nada romántico, todo hay que decirlo. Ya que yo no estaba en mis mejores condiciones. Pero bueno, "por algo se empieza" ¿No?. A partir de allí coincidíamos más y hablábamos más, aunque no tuve oportunidad de sacarle "nuestro tema". Yo estaba convencida de que la última noche del viaje, que fue en Florencia pasaría algo, no necesariamente algo físico. Pero nos vimos poco durante la noche y no acabo del todo bien, ya que me dijeron que estaba en su habitación con su ex. Ya decía yo que era demasiado bueno para ser cierto... Volví con la mentalidad de que había sido una tontería, que no tenía importancia y que nunca llegaría a pasar nada entre nosotros. Error. Llegamos un viernes y ese mismo sábado quedé con mi amiga, hacia las 7 más o menos me dijo que le acompañara donde su chico, que había quedado con él. Y yo, como no tenía nada mejor que hacer, lo hice. Iba tranquila, solo tenía que acompañarla e irme a casa. Llegamos al sitio en el que había quedado con él y entonces fue cuando casi se me cae el mundo encima. No estaba solo. Allí estaban los dos. Mire a mi amiga y me sonrió. Entonces lo entendí todo, se trataba de una encerrona. Llegamos a donde ellos estaban y nos saludamos con dos besos. Mi amiga soltó un "qué, ¿Te quedas?" que no pude rechazar. Se puede decir que ese 24 de Febrero empezó todo.